lunes, 28 de marzo de 2011

Tribulaciones de una mente enamorada

Siempre he sido de esas mujeres afortunadas que tiene un reducido y casi ridículo número de amigas y un importante número de amigos, y aunque a mis congéneres les moleste un poquito mi posición y me tilden de machista, siempre me sentiré afortunada por ésta situación.

En alguna de mis entradas anteriores, comentaba que las mujeres tenemos un talento innato para juntarnos a hablar mucho y en ocasiones no muy bien, de otras personas. Y no es el único talento femenino, que por otra parte podría denominarlo casi como un defecto incontrolable.

Por eso es mejor tener amigos, porque los hombres suelen ser de muchas formas, seres más directos, más tranquilos y aunque muchas se desgarren las vestiduras por lo que voy a decir: mucho más sinceros; por lo menos en cuanto a lo que sienten por otra persona, en cualquiera de los planos a los que se pueda extrapolar un sentimiento. Y no sólo eso; sentimentalmente hablando (y en muchos otros planos también) ser hombre es más fácil. Un hombre por regla general, sabe muy bien lo que siente por otra persona, la ama o no la ama, la quiere o no la quiere. Es simple; para nosotras en cambio el mundo de lo sentimental tiene mil matices de todos los colores imaginables, que además se complica por la inoportuna intervención de nuestras enredadas hormonas.

Para no ir muy lejos hablaremos de una amiga; aunque muchos piensen que suene a cliché hablar sobre “una amiga”, la verdad es que si me sentara a hablar sobre mis sentimientos, sería mejor poner un Ying Yang porque casi casi, siento como los hombres y la idea es llenar la entrada con algo medianamente interesante sobre las atribuladas mentes enamoradas.

Mi amiga en cuestión es una niña adorable, con la que puedo contar sin importar el día, la hora, la fecha en calendario, o el lugar en éste sórdido planeta, una mujer con la que puedo reír sin control o hablar de temas trascendentales; es una de esas personas capaces de llenar espacio en un corazón porque aparte de ser una buena amiga, tiene una personalidad muy agradable y un cerebro capaz de pensar y de cambiar a la gente si se lo propone, pero como nada es perfecto tiene un pequeño defecto que a ella le ha costado lágrimas sistemáticas y a mi más de un dolor de cabeza: tiene una facilidad tremenda para enamorarse.


El problema no constituye en sí enamorarse, el problema radica en que es mujer y se enamora locamente como se enamora el 90% de la población femenina.

Eso implica que además de querer con locura al objeto de su amor, siente por él una extraña combinación de sensaciones que más se asemeja a una paleta de colores en un software de diseño que a una gama sentimental, cualquiera que sea su apariencia. Hay días, horas o incluso minutos en los que el sentimiento de amor es particularmente fuerte; es entonces cuando el apodo romántico del chico sale a relucir en un tono cariñoso, acompañado de un par de frases convencionales entre las que “amor” y “estabilidad” suelen ser los dos sustantivos, que terminan de adornar la afirmación llena de entusiasmo. Pero también hay días, horas y minutos en los cuáles el sentimiento decrece notoriamente, es entonces cuando el chico toma su nombre de pila y la frase se acompaña de términos como “cansada” y “finiquitar”; en otras ocasiones el muchacho se transforma en el mejor amigo y confidente, para ser denominado luego como el más falso de todos los profetas. Y así continua el ciclo cada 24 horas, cada 7 días y cada 4 semanas.

Prefiero omitir la parte previa a “nuestros días” cuando la situación de por sí ya un tanto bizarra, tiende a tomar tintes críticos y aparecen las lágrimas, que segundos después darán paso a las más tiernas sonrisas y que serán reemplazadas de nuevo por las lágrimas.

“Las mujeres somos más emocionales” me dijo hace poco alguien cercano, sin embargo cada vez que veo lo tremendamente emocionales que podemos llegar a ser, prefiero formar parte de la pequeñísima minoría que simplemente opta por reaccionar de forma estoica ante cualquier ocurrencia de mi pareja o acompañante, o ceder tranquilamente a ver la película que a él le gusta, o no tomarse en serio si no se fija en mi nuevo peinado.

Ahora debo irme…un amigo me invitó a tomarnos unas cervezas porque acaba de terminar con la novia, la cual ya cambió su situación sentimental en facebook, lo que generó más de 150 comentarios, casi todos femeninos y de carácter histérico, sin contar los que generó su “estado” en la misma red social con alguna frase similar a que todos los hombres son iguales; mientras tanto mi amigo y yo hablaremos del precio de la gasolina, del futuro de la energía nuclear y de lo deliciosa que una buena cerveza resulta entre un par de buenos amigos.

martes, 22 de marzo de 2011

Instrucciones para sobrevivir a un romance de oficina

La oficina, lugar bizarro por excelencia, es a veces telón de fondo para tórridos y un tanto complicados romances "de escritorio"...sobrevivir a ellos es un reto...pero como para el hombre no hay nada imposible, aquí les dejo unos tips...

Guía práctica para que sus romances de oficina no queden al descubierto


1. DISIMULE; mirar demasiado al objeto de su deseo dentro del área de trabajo  es lo mismo que colocarse en la frente un letrero con el nombre de esa persona.

2. Evite acercarse al cubículo de trabajo del individuo en cuestión, para hablar por ejemplo, del clima…RECUERDE “usted está en un área laboral”.

3. Llegar juntos al trabajo NO-ES-BUENA-IDEA; si no le queda otro remedio porque el amanecer lo cogió in fraganti en el apartamento del susodicho (a), pida ropa prestada, lávese el cabello y asegúrese de no entrar sincronizadamente.

4. Para enamorarse, encuentarse o enmozarse NO SE NECESITAN CONFIDENTES, si ud se valora un poquito a sí mismo, por favor no le cuente a nadie de su entorno laboral de su buen momento, recuerde que vivimos en un país donde históricamente no se muere de cáncer sino de envidia.

5. Ni Rosas Ni Juguetes…en la oficina no hay cabida para flores, chocolates y demás mkdas que si cabrían en otro lugar…recuerde es un romance, pero ante todo es un ROMANCE DE OFICINA.

6. DIGA NO A LOS SHOWS DE OFICINA, el mundo fuera de ella es un lugar muy amplio dónde las quejas, reclamos y escenas de celos serán perfectamente válidas.

7. Mantenga su rendimiento laboral…¿recuerda cuando estaba en el colegio y sus padres decían que el (la) novio (a), iría en detrimento de su rendimiento académico?, pues bien acá aplica la misma ley, con la salvedad de que en el colegio a ud no lo echaban por sacar 0.

8. El exceso de alcohol es perjudicial para la salud…y para la reputación; en salidas de oficina o integraciones de trabajo manténgase preferiblemente lejos del tinieblo (a) en cuestión y de los tragos…la combinación de estos dos componentes es nefasta.

9. Si se agregan a facebook, twitter, o alguna red social de moda, evite los post en el muro de el/la susodicho (a), muy seguramente alguno de los dos también tendrá agregado a alguien….de la oficina.

10. La salida en fin de semana es provechosa y ayuda a relajarse después de 5 días de ardua labor, pero…¿por qué tiene que ser al mismo sitio a dónde va a rumbear toda la empresa?

Hasta aquí el decálogo de normas fundamentales para el romance de oficina, sin embargo si alguna de las anteriores diez instrucciones le falla, por favor atienda las siguientes de emergencia, no se sabe cuando sea necesario romper el vidrio.

1. Si lo pescaron in fraganti…NIÉGUELO y niéguelo cobardemente hasta la muerte, recuerde que uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

2. Si por alguna mala racha ud terminó fijándose en la misma persona en la que su jefe (a) tenía puestos los ojos…sonría, recuerde que “cuando la vida te de la espalda, tócale el c…”

sábado, 19 de marzo de 2011

20 recursos indispensables para un harakiri laboral



Una oficina puede llegar a ser sin duda un lugar un tanto peculiar y a veces puede caer en la rutina; puede suceder entonces que usted se aburra de estar allí...y no sepa muy bien cómo arreglárselas para irse. Pues bien, en mi corta pero fructífera experiencia en el mundo laboral he reunido los "tips" necesarios para utilizar en caso de emergencia, algunos de ellos han sido ejecutados magistralmente por algunos de mis ocasionales y en otros casos permanentes compañeros de oficina, otros los he puesto yo misma en práctica con brillantes resultados; el reto es llevarlos a la práctica conjugados en un solo asalariado, así que ¡¡a romper el vidrio!!


1.       Llegue tarde y váyase temprano, cumplir horarios es para los lamezuelas.
2.       Exprese públicamente su descontento con las decisiones gerenciales, especialmente si el capo di tutti capi se encuentra cerca.
3.       Las ironías mejor conocidas como “puyas” deben estar siempre a la orden del día, sobre todo si se está atacando a “los duros” y esos duros están presentes.
4.       Niéguese rotundamente a ejecutar tareas extras ¿acaso le pagarán por ellas?
5.       Los cumpleaños, almuerzos de trabajo e integraciones laborales de cualquier otra índole siempre serán una farsa y usted NUNCA deberá estar presente.
6.       Recuerde que nadie está por encima de usted…guarde en su cajón dos piedras para que cuando lo requiera pueda contestar “con una en cada mano”.
7.       El descontento con las situaciones laborales indeseables – en resumen todo – también debe manifestarse por escrito; el correo organizacional es una magnífica herramienta…principalmente en lo que respecta a “dejar evidencia”.
8.       Al (a)  jefe (a)  sin duda deben encantarla las pequeñas andanzas de sus subordinados…el baño puede ser el mejor lugar para contarlas (se recomienda especialmente cerrar la puerta, asumir actitud conspiradora y mostrarse nervioso – el jefe también – cuando alguien no invitado a la fructífera conversación haga presencia repentina).
9.       Aunque suene contradictorio ser el (la) consentido (a) del jefe (a) – o pretender serlo – es un recurso invaluable cuando de harakiri laboral se trata.
10.   Fijarse precisamente en el (la) compañero (a) en el que el (la) jefe (a) tiene puestos los ojos tiene un efecto encantador en cuanto a acelerar la redacción de la carta de renuncia.
11.   ¿Prudencia? Usted no conoce esa palabra.
12.   Llevar continuamente a la oficina una fruta específica para darla y repartirla: Papaya
13.   ¿Conoce la misión, visión y proyección de la empresa? Aquí tiene las suyas en particular: egocentrismo, indiferencia y apatía
14.   No se preocupe de leer el contrato laboral antes de firmarlo…así podrá alegar desconocimiento sobre ciertas actividades que resultan de obligatorio cumplimiento.
15.   Niéguese a recoger el dinero para el regalo del (a) jefe (a) el día de su cumpleaños (el del jefe), especialmente cuando el sentimiento de rechazo entre el (ella) y usted es mutuo y asegúrese de manifestarlo y expresarlo en voz alta….
16.   Ciertos inventos políticos son magníficos a la hora de pasarse por la faja algunas reuniones y por qué no…también el horario; si no se le ocurre ninguno puede empezar por el siguiente: pico y placa.
17.   Las reuniones – todas sin excepción – son una pérdida de tiempo, y éste pensamiento debe manifestarse a voz en cuello, antes, durante y después de cada una de ellas.
18.   ¿Usted tiene entradas adicionales a las de la oficina? Pues bien, la oficina es un excelente sitio para acrecentarlas, así que empiece a llevar catálogos de ventas y a repartirlo entre sus compañeros, el correo institucional también es ideal para promocionar sus ventas y hacer merchandising.
19.   Intente reunir todas las dieciocho anteriores instrucciones
20.   Asegúrese de que su jefe (a) – ese (a)  mismo (a) con el que tiene desavenencias – lo encuentre leyendo esto.