miércoles, 4 de julio de 2012

Exceso de primer mundismo

Conozco, y por centenares, personas que darían cualquiera de sus extremidades por irse de Colombia. Y gritan a brazo partido que este país es de lo peor y viven comparando nuestras miserables vidas con el estilo de vida de Inglaterra, Estados Unidos, Argentina (que entre dictaduras y revoluciones no ha pasado pocas hambres), Francia, Italia (que entre Berlusconi y la recesión en la zona euro...) y cuanto país, dentro de lo que puede denorminarse "primer mundo" se les viene a la cabeza.

Lamento soberanamente decirles que aunque se vayan (y un gran favor nos harían), sus vidas no serán menos miserables en el extranjero, de lo que ya son en Colombia. ¿Por qué?, sencillamente porque si los Ingleses, Americanos, Argentinos, Franceses e Italianos, tienen la calidad de vida (?) que según ustedes tienen, es porque viven y fueron educados para vivir en ese primer mundo que ustedes tanto añoran. Ahora pregúntense y con sinceridad...sus padres se apellidan Curtis, Landoi, McCallister, Ferrutti o algo por el estilo? no, verdad...se apellidan López, Sarmiento, Martínez, Álvarez y bastantes más de estilo; por lo tanto todos ustedes, tercer mundistas de tercera clase, distan mucho de tener la educación y estilo de vida de quienes si crecieron en aquellos países, váyanse...bien idos, pero el ridículo que van a hacer será histórico y ni porque se tercien la pinta más de invierno, sacada de las pasarelas de Milán, van a poder negar que son Colombianos.

De otra parte y tomando en cuenta sucesos de la historia reciente, esa educación primer mundista, aunque muchos se rasguen las vestiduras, dista mucho de ser tan integral, como los tercer mundistas de tercer orden, aspirantes a primer mundistas de séptimo, creen que es.

Yo por ejemplo, recuerdo que tras los desastres ocurridos en la zona Francesa de los Estados Unidos, al paso del huracán Katrina, los grupos de salvamento encontraron por decenas, personas muertas en la puerta de su casa. Y no por la furia del viento, ni por la fuerza del agua, ni por el ataque de los animales escapados del zoológico. Murieron simple y sencillamente, esperando a que el 911 llegara a las puertas de su vivienda a rescatarlos. Me pregunto ¿dónde queda en todo esto, el instinto de supervivencia? ¿dejaríamos estos atrasados tercer mundistas nuestras vidas en manos de la defensa civil y los bomberos? ¡¡Realismo por favor!!, Colombiano que se respete, sale despavorido salvando cuando pueda en el camino y para cuando las autoridades llegan, ya tienen por labor es recoger los restos del desastre; el que muere, ya se debe a las circunstancias, pero que nos dejemos morir estúpidamente, no señores, me da pena, pero no ocurre.

Ahora, ¿recuerdan el hundimiento del crucero costa Concordia frente a las playas de Italia?, cuarenta metros separaba el barco de la costa y sus acaudalados pasajeros, muy primer mundistas y bien educados en su mayoría, se quedaron inmóviles esperando la orden de evacuación de un simpático capitán Italiano, que al mejor estilo tercer mundista, hizo acopio de su institnto de supervivencia y abandonó la nave bien siniestrada, mientras sus cotripulantes se dejaron hundir literalmente, con sus chalecos salvavidas puestos.

Yo estoy segura, que ese tipo de tragedia ocurre frente a una costa Colombiana y sus pasajeros no se detienen a comentarios como "Dígame señor López, ¿le parece a usted que los vientos del Caribe favorecerán el rescate? - No tengo idea mi estimado señor Martínez, pero de seguro el capitán Maldonado sabrá cómo proceder.-" los pasajeros de un crucero Colombiano, se lanzan sin pensarlo por la borda, con chaleco o sin él y nadarían los escasos 40 metros hasta llegar a la costa y gozarían todos al unísono y en primera fila de la visión de un Titanic moderno y subirían fotos automáticamente desde sus equipos celulares que de alguna forma, se ingeniaron para no dejar mojar en su recorrido del barco a la costa.

Y es que las carencias que tenemos, son las que nos han forjado el carácter batallador y creativo del que la mayoría de tercer mundistas hacemos gala; no tomaremos el té a las 5, ni nos empolvaremos hasta la médula en el jubileo de ninguna majestad, no. Pero a cambio tenemos malicia indígena, creatividad para salir de los problemas, iniciativa para crear con materias primas limitadas, empresas que nos sacan adelante y, se los aseguro, un instinto de supervivencia, para rescatarnos y rescatar a otros, que dista mucho de aquellos que confían su vida al 911.

Un amigo Inglés, de esos hombres simpáticos y que disfrutan de la vida, ama profundamente y se enloquece por las Colombianas, ¿por qué?, sencillo!! Las Inglesas no son tan bellas como sus compatriotas masculinos; cualidad que si es muy común en las Colombianas, y de otra parte, tanta lectura, feminismo y primer mundismo, las ha convertido en mujeres un poco más adictas al vibrador que a sus hombres. Los consideran débiles, inferiores y tanto liberalismo las ha llevado incluso a prescindir de ellos. Las Colombianas en cambio, tercer mundistas y todo, complacen maravillosamente los deseos de aquel pillo, que escapa de su histérica y poco cariñosa esposa y se refugia en aquellos brazos tercermundistas, que aún y en medio de todo lo qe puedan carecer, aún saben como disfrutar de cada detalle de la vida, sin la ayuda del 911.

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